El calabacín es un alimento compuesto por mucha agua y es muy diurético. Además, aporta muchos minerales, como el potasio, la vitamina C y los beta-carotenos, que refuerzan el sistema inmunitario. Así que ya sabéis, menos actimel y más calabacín.
Ingredientes (para dos personas):
Un calabacín grande o dos pequeñitos
Un cuarto de pimiento rojo
Media cebolla
4 huevos
Taquitos de pavo (opcional)
Preparación:
- Cortamos la cebolla y el pimiento en trocitos pequeños y los ponemos en una sartén a dorar a fuego medio. Yo suelo poner el pimiento un poquito antes, mientras corto la cebolla, porque el pimiento tarda más en cocinarse.
- A continuación, cortamos el calabacín a rodajas. Pelarlo o no va a gustos, pero si no lo peláis lavadlo muy bien cuando aún esté entero con un buen chorro de agua. Lo añadimos a la sartén aunque la cebolla no esté dorada del todo, se acabará de cocinar junto al calabacín.
- Hacemos unos cuantos taquitos de jamón de pavo (o de pechuga) y lo añadimos cuando el calabacín esté casi listo. Si preferís, podéis no poner jamón o cambiarlo por queso de cabra semicurado.
- Sabremos que el calabacín está cocinado porque se pone como "blandito", más tierno y transparenta un poco.
- Batimos los huevos en un bol, añadimos sal y las verduras de la sartén. Volcamos la mezcla de nuevo en la sartén y lo ponemos primero a fuego fuerte y luego lo bajamos a fuego medio-flojo.
- Le damos la vuelta cuando esté medio cuajado (aquí cada uno debe decidir si le gusta más seca o más cruda) y terminamos de hacer por el otro lado.
¡Qué aproveche!